jueves, 9 de abril de 2009

Deseos oscuros




Con el casamiento en puerta toda la atención se centró en Victoria. El poco interès que depertaban las actividades de Milagros se disiparon por completo.

Milagros se convirtió en un especie de fantasma que vivia en la casa, que habria y cerraba puerta y muy de vez en cuando se cruzaba con alguien. Victoria por su parte querìa estar mas flaca para su boda, había empezado a ir a un centro de estética para hacer un tratamiento mas rápido.


Milagros veía con satisfacción lo esfuerzo que hacia su hermana y se paseaba en camisòn por mostrar su físico esmirriado. Era el único punto donde podìa competir con su hermana y ganarle, aunque no le servia de mucho, la delgadez extrema de Milagros acentuaba sus razgos duros y le daba un aire desvalido y enfermo que no la favorecìa. Volvìa a perder entonces frente a la exuberancia sexy de la otra. Pero Milagros pasaba por alto lo subjetivo y concentraba todo en la objetividad de la balanza.




Sentada en la mesa veìa a su hermana sufrir frente a un plato de ensalada mientras los demàs comìan otra cosa. Con gesto preocupado Milagros se atiborraba de comida engordante y se preguntaba sobradora si no estarìa enferma: " Que raro...Me la paso comiendo y cada vez peso menos, increìble", se jactaba mirando de reojo a Victoria para ver su reacciòn.


Una vez que terminaba las comidas iba al baño y vomitaba.




El tratamiento estètico de Victoria abrio un frente de conflicto inesperado: el uso del baño.


En la casa habìa dos, pero las hijas no usaban el de los padres. Nunca se habìan peleado porque tenìan horarios diferentes. Pero ahora Victoria iba al centro de belleza temprano por la mañana, y se bañaba antes. Milagros no tenìa que salir de la casa hasta despues del medio dìa pero insistìa en que no podìa ponerse a estudiar sin tomar una ducha. Las peleas se repetìan cada mañana hasta que Mona tomò partido e intercediò por Victoria.




Milagros atacó, furiosa. Pasò el dìa entero sintiendose victima de otra injusticia màs y a la noche se encerró con su madre para plantear el problema: si su hermana usaba el baño antes, ella perdìa tiempo para ponerse a estudiar, y el estudio era màs importante que la celulitis. Pero la madre no cedió.


Para Milagros, fuè demasiado. Antes de ir a dormir buscò un plato y un encendedor y los llevó a su cuarto. Se encerrò y sacó de su placard un álbum familiar y recortò con mucho cuidado la figura de Victoria. Estudio con odio la figura de su hermana, y fue quemando una por una las fotos sobre el plato, dejando salir sus deseos màs oscuros, pidiendo, en voz baja, como si se tratara de un mantra, que le hiciera el favor de morirse.

17 comentarios:

Fèrula dijo...

Prometo dos publicaciones diarias para compensar un mes de ausencia.
Besos a todos.

ana dijo...

Holaaaaaaa.

Madre mía me acabo de levantar, y me he despertado totalmente leyéndote.

Joder vaya historia, y vaya hermanita.

Como para meterse con ella.

Me gustó, me enganchó.

Un besito.

Cris dijo...

Volviste Férula !!

Selma dijo...

Nena te extrañe un monton porfa, no te vayas mas o no dejes de postear, me enganche mucho. Que jodida es la vida de unas hermanas en competencia constante, sera que no me paso como yo fui la mas grande no competi con nadie. y a mi hna. cuando llego la disfrute tanto que no me imagino pelearme con ella por esos detalles. Besotes Eternos para vos Feru y gracias por volver.

Unknown dijo...

WAUW...
eso es odio, aunque se lo gana todo, y los demas tambien, obvio... pero a veces, una (como Milagros) se centra solo en su postura, y no hay forma de ver nada mas. a quien no le ha pasado que cree que los actos de los demas, son pura y exclusivamente para jodernos en especial...
bechos

/ dijo...

Qué bien que escribís, Férula! Me encantó!!


Gracias por el comentario, sos un encanto.

BESOTES

Lolita y El Profesor dijo...

¿Qué es el odio sino la contracara del amor?
La imagen simbólica está ahí, en algún lugar de tus post: Milagros come porque su hermana no puede, pero luego -en una actitud autodestructiva de bulimia-, vomita todo lo que comió.
Victoria parece banal, superficial, engreída, envidiosa y fuerte.
Milagros parece profunda, reflexiva, humilde y débil.
¿Será así? ¿O es que sólo son apariencias?
Gracias por pasarse por nuestro blog.
Mis respetos,

El Profesor

Anónimo dijo...

Hola Férula!!! que tema para relatar, y deja ver bien los estragos que la bulimia causan a nivel emocional, saludos. Te leo.

Lolita y El Profesor dijo...

Por cierto... olvidé mencionarlo:
La imagen que puso se corrompió y no se ve nada.

El Profesor

LaVieEnRose dijo...

Volviste! me intriga mucho la historia...es atrapante.
besos!

Fèrula dijo...

Ana: La historia vale contarla, si, y la verdad es que el que busca...siempre encuentra.
Beso.




Cris: Volvì.




Selma: Gracias por tus palabras, habrà varios dias de dos posteos para compensarlos un poquito. Milagros tambièn es la hermana mayor pero ya ves, la competencia pudo màs. Gracias por estar.

Fèrula dijo...

Josefhine: Tienes razòn, eso que decis pasa muchas veces, aunque no sè si lo que siente Milagros siente es exactamente odio. Besitos






Stanley: Gracias, me alegra que te guste.






Lolita y El profesor: Buena reflexiòn la suya. Gracias por pasar.

Fèrula dijo...

Julia: Si, ese es uno de los temas importantes que acarrea Milagros. Gracias por pasar.





Profesor: Gracias por la observaciòn, ya lo arregle.





LaVieEnRose: Si, creo que atrapa saber que sigue. Besos

Pipina dijo...

Te sigo leyendo con entusismo. ¡Qué hermanitas!!! Besos.Pilar

Juan Duque Oliva dijo...

Eso es la vida, amar, odiar, vivir.

Pero que no me toque una hermana de esas.

Besos

La Gata Coqueta dijo...

Paso a sludarte y dejarte todo mi amor y paz en estos días tan especiales, para ti y toda tu familia, para seguir los seneros ya predestinados ante de ver la luz por primera vez.

Recibe un cálido abrazo de esta que visita, comportiendo ambos blogs.

Caperucita dijo...

Hola linda, yo también he andado un poco perdida, me alegra no haberme perdido nada.
Esto es odio y lo demás pamplinas.
Espero la continuación con impaciencia.
Besos.