Antes de cumplir dieciocho años, Milagros habìa empezado a llevar a un amigo a la casa, ella estaba terminando el secundario y el era un compañero nuevo de la clase. Los dos estaban entusiasmados con la posibilidad de salir juntos, pero Victoria se interpuso. La hermana menor aparecìa con remeras apretadisimas que le marcaban toda su figura, y se sentaba en medio de los dos, interrogando al candidato de su hermana sobre todo tipo de cuestiones : su tècnica para jugar al rugby, su opiniòn sobre la directora del colegio, su relaciòn con los compañeros del colegio o lo que fuera. Cuando el contestaba, Victoria lo miraba con atenciòn desmedida, mientras Milagros un poco apartada, veìa que sus posibilidades de ponerse de novia disminuìan dramàticamente. Un dìa, èl la llamò por telèfono. Atendio Milagros, y despues de haber hablado unos minutos con ella, le pidiò, sin vueltas, que le pasara con Victoria.
Milagros llorò a mares y le reprochò a su hermana traiciòn, pero Victoria no estaba hecha para la culpa: le dijo que no podìa imaginar que tenìa esas intenciones con el compañero. "Si sabìa, lo hubiera convencido para que se pusiera de novio con vos", le dijo, con crueldad y soberbia.
Nunca màs Milagros volviò a llevar a nadie a su casa. Su hermana, en cambio, llevaba novios de todas clases. No le duraban nada, pero se divertìa y divertìa a sus padres con sus relatos donde ella siempre era la chica atosigada por el amor de los demàs, a quienes tenìa que ahuyentar como moscas
Milagros vivía asustada ante la posibilidad de repetir la misma experiencia lamentable.
Tuvo un novio mucho tiempo después de aquel intento, pero vivía el noviazgo con tanta tensiòn y angustia que terminò arruinándolo. El novio le dijo que querìa terminar la relaciòn y desapareciò.
Tuvo un novio mucho tiempo después de aquel intento, pero vivía el noviazgo con tanta tensiòn y angustia que terminò arruinándolo. El novio le dijo que querìa terminar la relaciòn y desapareciò.
Milagros llorò y se lamentò durante semanas, pero al final se calmò.
Habìa empezado a leer unos libros de budismo en los que hablaba de la superaciòn del deseo con el fin de evitar el sufrimiento. Era todo lo que querìa escuchar: Si dejaba de desear una pareja maravillosa y decidìa estar sola y tranquila, no iba a tener que sufrir con el inevitable final.
Habìa empezado a leer unos libros de budismo en los que hablaba de la superaciòn del deseo con el fin de evitar el sufrimiento. Era todo lo que querìa escuchar: Si dejaba de desear una pareja maravillosa y decidìa estar sola y tranquila, no iba a tener que sufrir con el inevitable final.
Una noche durante la cena decidió contar su ùltimo descubrimiento a la familia. Carlos, el padre, se alegro y compartió la idea. En realidad lo alegraba verla animada y compartiendo algo suyo en familia. La madre la mirò con preocupaciòn y asombro, y Victoria la ignoro completamente y cambio el tema dejàndola a un lado una vez màs. Pasò a contarles la gran novedad: ella y su novio habìan decidido casarse.